Mucho se está hablando sobre el futuro de Deoleo, el mayor fabricante mundial de aceite de oliva, propietario de marcas como Carbonell.
El problema? Qué más del 30% del capital está en manos de Bankia y otras entidades financieras obligadas a vender sus participaciones industriales.
Varios grupos inversores americanos muestran su interés. No parece un solución del gusto del Gobierno, dueño de Bankia, el primer accionista de Deoleo.
El tema se complica cuando Ebro foods, que había entrado en el capital de la aceitera como accionista de referencia, sale vendiendo en el mercado su casi 10% sin mayor explicación.
La gran esperanza es entonces Dcoop, que entró en Deoleo a cambio de su marca Hojiblanca. El mayor productor de aceite de oliva del mundo es el candidato ideal para hacerse con el control pero hay un problema, su potencial económico para afrontar una OPA total sobre la compañía (al estar a la venta más del 30%, el comprador está obligado a hacer una oferta por el total).
Porque la alternativa de la SEPI no la quiere nadie. Ya se quedó con parte de Indra. Traspasar Deoleo al estado no es la solución, sería un parche transitorio.
Quizás la solución pudiera ser algo intermedio, fraguar una operación a dos, con Dcoop, SEPI y algún otro inversor adquirieran el paquete accionarial principal, dando entrada a fondos inversores foráneos con pequeñas participaciones.
El tema urge porque afecta a la recuperación bursátil de Deoleo y puede acabar repercutiendo en la directiva, que bastante tiene con hacer rentable la empresa e ir pagando la deuda acumulada.
Veremos
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