Tras mucho pensarlo he vendido parcialmente mi posición en BME. Decisión difícil ya que es una compañía que me gusta mucho por su tipo de negocio (gestión de las bolsas españolas) y claro está por su generoso dividendo.
Los motivos de la venta:
- A mi juicio, no le queda mucho recorrido hasta su precio objetivo en las circunstancias económicas actuales
- La acción se ha revalorizado bastante, acumulo beneficios en torno al 50%
- Además, los constantes avisos sobre el parón de la economía europea parecen que van a afectar al crecimiento español, lo que terminará por repercutir en la bolsa y por tanto en BME
- El desafío catalán no sé cómo terminará pero cada vez tengo más claro que la situación se va a llevar al límite, lo que por tanto causará sobresaltos en la bolsa y por tanto en BME
- Tiempo atrás le preguntaban a Daniel Lacalle (@delacalle) qué se opinaba en Londres sobre una posible independencia de Cataluña y su respuesta fue que ése escenario ni se contemplaba por el desastre económico que supondría… Imaginaos!
Mi lema es, tal y como reza la cabecera del blog, “lo importante son las compañías, no los vaivenes del mercado” y, para mí sigue completamente vivo. Pero claro cuando las compañías están íntimamente relacionadas con el mercado como es el caso de BME, hay que prestarle atención.
Lo positivo de todo esto, que también lo hay es:
- Aumento mi posición de liquidez, perdiendo exposición a bolsa y volatilidad
- Me preparo para un final de año intenso, con muchas tensiones geopolíticas en el horizonte, que pueden ofrecer momentos de pánico en los mercados
- En esos momentos es cuando aparecen las mejores oportunidades bursátiles
En resumen, la venta de acciones es sin duda un aspecto fundamental de la inversión. Para los interesados en el tema, publiqué este post hace tiempo.