Los resultados de Adveo (Unipapel) en los primeros nueve meses de 2012 siguieron la línea de lo esperado. Notable crecimiento del Ebitda y BPA gracias al efecto Spicers, que todavía no se manifiesta del todo en el beneficio neto, debido a la deuda de la compañía, que es sin duda su mayor punto débil.
Estos buenos datos del tercer trimestre en mi opinión actuaron de freno (era esperable una caída brusca) tras la pronunciada subida de septiembre fruto de la búsqueda del dividendo, e incluso impulsaron la acción a rozar los 12 euros momentáneamente.
Poco después Adveo anunciaba un ambicioso plan estratégico. Objetivo, convertirse en “líder europeo en soluciones integrales de productos informáticos, distribuidores y suministradores de oficinas, grandes superficies y clientes minoristas”. Transformarse en un grupo de servicios, que todavía puede realizar alguna compra puntual, que valora una posible expansión futura a servicios de higiene y que pasa por la integración de sus tres unidades (Unipapel, Adveo, Spicers) en una única compañía. Todo ello pasando por la reducción del nivel de deuda y una notable mejora del Ebitda.
El pasado viernes entregaba un nuevo dividendo a sus accionistas. Momento importante, nueva prueba de fuego para comprobar la confianza del mercado en la estrategia y perspectivas de Adveo, mientras llegan los números finales de 2012 en los que se espera un claro esfuerzo para bajar la deuda. Veremos.
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