miércoles, 16 de mayo de 2012

Antena 3, oportunidad o trampa de valor


Antena 3 me parece un valor muy interesante. Antes de la crisis, uno de los valores más destacados de la bolsa española. El motivo, un negocio rentable gracias a los ingresos derivados de la publicidad y unas inversiones controladas. Tan rentable que permitía una posición muy controlada de deuda e incluso un dividendo cuantioso.

Con la crisis sin embargo se manifestaron algunas debilidades estructurales de mayor o menor repercusión. Cambio del modelo de RTVE, que eliminó la publicidad para pasar a cobrar un canon a los otros canales además de a las operadoras de telecomunicaciones. Drástica reducción de los ingresos derivados de la publicidad a causa de la mala situación económica de muchos anunciantes. Y quizás el más importante a largo plazo, evolución del mercado de la publicidad, las empresas no sólo disminuyen su inversión en publicidad televisiva por la crisis sino que cambian parte de ésta por publicidad online (Internet). La red es cada vez parte más importante de nuestras vidas. Consumimos un mayor espacio de tiempo frente a nuestros ordenadores, tablets o smartphones y por tanto este espacio se convierte en lugar ideal donde desarrollar el negocio de la publicidad. Es más el nuevo medio no sólo es un magnífico escaparate sino que permite el desarrollo de nuevos y potentes métodos de publicidad con mayor grado efectividad y personalización que su versión televisiva.

En el camino, varios son los canales televisivos que sufren y no disponen de la fortaleza del grupo Antena 3. La expansión vivida durante los años de bonanza (La Sexta y Cuatro, fundamentalmente) se viene abajo. Cuatro es absorbida por Mediaset y Antena 3 hace lo mismo con La Sexta y sus canales satélite. Concentración mediática que devuelve el protagonismo casi absoluto a los tres grandes, RTVE, Mediaset (T5) y Antena 3.

Así las cosas, los números de Antena 3 se resienten. Un entorno cambiante que abre las puertas a diferentes interpretaciones. 

La positiva. Una previsible mejora de resultados gracias a mayor publicidad cuando la situación económica mejore, acrecentada gracias al volumen ganado con La Sexta. Un ROE que incluso en los malos momentos se sitúa por encima del 15%. Un giro del contenido de la cadena apostando más por la calidad que por la tv basura (que ya va dando sus resultados). Una estrategia de dividendo cuantioso que la empresa considera vital dentro de su planteamiento.

La negativa. La mejora será peor de lo que se pudiera esperar ya que cada vez más los anunciantes optarán por el medio online. Además la variedad de canales de la TDT poco a poco surtirá efecto y erosionará el liderazgo de los grandes repartiendo las audiencias (y como consecuencia de la publidad) de forma más equitativa. Mediaset puede ser preferida por los inversores gracias a su posición de liderazgo.

Lo dicho, un escenario muy interesante que quizás requiera una solución intermedia. Encontrar un punto en el que el descuento de la acción sea suficientemente holgado con respecto a una valoración basada en perspectivas de recuperación de resultados moderada.

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