He hablado de la aventura fallida de ACS con Iberdrola. Muchos pensarán que el ganador es Iberdrola que sigue su senda independiente, sin el control de ACS... no, gana el consejo de Iberdrola, que mantiene su trono, pero pierden ambas compañías.
Otros argumentan además que Iberdrola ha bajado de los 4 euros por acción, acercándose peligrosamente al nivel de los 3 euros simplemente por el efecto negativo de la inversión de ACS y los problemas de deuda de ésta. Nada más lejano de la realidad. La gestión de Iberdrola es más que deficiente, como muestran los números de la compañía.
Beneficio estancado entorno a los 2.700-2.800 millones de euros. Un ebitda, que crece poco a poco, acercándose a los 8.000 millones mientras las deuda ronda los 30.000, excesiva relación ebitda/deuda. Un ROE claramente por debajo del 10%. Un BPA estanacado, con ligera tendencia bajista. Vamos una perlita.
Sin hablar del maltrato a los accionistas minoritarios, que le pregunten a los que tenían acciones de Iberdrola Renovables. O de la ruinosa inversión en Gamesa.
Lo dicho, cuidado con las grandes noticias en prensa acerca de las maravillas de Iberdrola, no es oro todo lo que reluce.
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