La semana pasada, sin demasiado eco informativo (por no decir ninguno) a este lado del Atlántico, ha salido a bolsa una empresa de las que ha hecho del almacenamiento en la nube su negocio. Una IPO muy esperada en el mercado americano y que se había ido retrasando.
Menos conocida en el ámbito residencial que su gran competidora, Dropbox, BOX se ha focalizado en el ámbito empresarial. Para ello, ha ido poco a poco olvidándose del tamaño del espacio en red por cada usuario, pensando más en BOX como plataforma de software empresarial. Junto a ambas, un tercer jugador ha aparecido con fuerza en escena, Google y su Drive. Más atrás, Microsoft y su OneDrive también han de tener algo que decir en esta competición. El iCloud de Apple parece más descolgado.
Las dos grandes ventajas de BOX son su enfoque empresarial y su visionario líder, Aaron Levie. En contra, que por el momento la empresa es una máquina de perder dinero. Tanto que la propia compañía reconoce que no se plantea ser rentable en el futuro próximo. Y es que un componente fundamental de su estrategia es crecer y convertirse en una empresa global
Las acciones puestas en circulación son de tipo B (1 acción, 1 voto) mientras que las restantes son de tipo A (1 acción, 10 votos), una práctica común que persigue evitar problemas accionariales y proteger la dirección de la empresa para que ésta pueda seguir con su plan. Algo que por otro lado, muestra el compromiso de ésta en mantenerse al frente.
En definitiva, BOX es una compañía muy interesante, en la que no hay que tener prisa pues no se esperan beneficios en el corto plazo, pero que en el futuro puede ser un jugador tecnológico relevante.