Ya van varios posts en la corta vida de GSF stocks dedicados a CF alba. En ellos he tratado de expresar mi descontento con esta gran empresa que sin embargo no ha sabido parar los desbordados planes de crecimiento de su principal participada, ACS, dedicada más a aventuras complicadas como Hotchief (por su tamaño) e Iberdrola (por su sector y estructura de poder) que a su propio negocio.
Y aquí la autocrítica. Desde mis primeras lecturas sobre el mundo de la bolsa, allá por 2006-2007 y sobre todo con el inicio de mis inversiones en 2008, CF alba fue una de mis compañías favoritas del mercado español. Entre otras cosas me gustaba la posibilidad de invertir en una compañía que se dedicaba con éxito a tomar importantes participaciones en otras empresas. Sin embargo, medí mal, lo reconozco, el peso de la constructora dentro de su cartera. Desconfiado de la aventura de toma de control de la eléctrica, no pensé que pudiera afectar tanto a sus resultados un desenlace negativo. Sólo vale aprender para la próxima.
Así las cosas, y en consecuencia con lo anterior, aprovechando el rebote de la acción en los últimos días, he aprovechado para reducir mi posición en CF alba, pensando en recuperar un valioso capital para otros movimientos en planificación. No he vendido todas las acciones en una muestra de confianza a las acciones tomadas últimamente, en las que por fin parece se ha forzado a ACS a cambiar de estrategia y afrontar seriamente el problema de su deuda. Eso sí, no descarto hacerlo en función de los acontecimientos.
Las acciones vendidas han tenido una rentabilidad del 5% a falta de impuestos y sin tener en cuenta los dividendos obtenidos desde su compra.
A los interesados les recomiendo este artículo en Capital Madrid sobre CF alba.